El Periodo Intertestamentario
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Alexander at the Tomb of Cyrus the Great
This painting depicts Alexander the Great paying homage at the tomb of Cyrus the Great, the Persian king whom God called “his shepherd” and used to restore His people from exile. It reflects the truth that even the mightiest rulers serve the purposes of the sovereign God, who guides the rise and fall of kingdoms to fulfill His redemptive plan through Christ.
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Los profetas hablan la Palabra de Dios. Cuando el Señor dejó de levantar profetas, el Antiguo Testamento terminó, y la Biblia no volvería a empezar hasta que Dios decidiera hablar de nuevo. Este tiempo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento se llama a veces los “Los Años del Silencio” o el “Periodo Intertestamentario.” Este periodo marcó desarrollos significativos en la vida religiosa, cultural y política judía.
Aunque el Antiguo Testamento se cierra con los persas en el poder, el periodo cambia rápidamente con las campañas militares de Alejandro Magno. Alejandro comenzó su conquista en el año 333 a.C., conocido como el periodo helenístico o griego, y en dos años derrocó el Imperio persa. En el 323 a.C., Alejandro murió y los generales de su ejército se dividieron el imperio.
El primer general, Ptolomeo, gobernó desde Alejandría en Egipto durante 122 años (320-198 a.C.), permitiendo a los judíos mantener sus prácticas religiosas y culturales. Finalmente, los seléucidas conquistaron a los ptolomeos en 198 a.C.. Fueron muy hostiles con los judíos y su religión e intentaron imponer la lengua, la cultura y la religión griegas en sus 34 años de gobierno (198-164 a.C.). La influencia helenística sobre los judíos dio lugar a nuevas sectas judías, como los saduceos, los fariseos y los esenios.
La Revuelta de los Macabeos comenzó en el año 167 a.C. con un anciano sacerdote, Matatías, y sus cinco hijos. Tras la muerte del padre, su hijo Judas, Macabeo, tomó las riendas y finalmente consiguió la independencia judía de los seléucidas en el 164 a.C. Este gobierno de la familia sacerdotal restauró el culto judío y las ceremonias religiosas, también conocido como gobierno asmoneo. Se volvieron progresivamente inmorales y corruptos, gobernando finalmente como dictadores. Los líderes judíos pidieron ayuda a Roma, y cuando el general Pompeyo entró en Jerusalén en el año 63 a.C., trajo consigo el gobierno y la religión romanos. Cuando comenzó el Nuevo Testamento, el senado romano había nombrado a Herodes el Grande su representante y rey de los judíos, gobernando toda Judea.
