Los Profetas
760 a.C.
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Los profetas del Antiguo Testamento fueron los instrumentos elegidos por Dios para transmitir su mensaje a los israelitas. Desempeñaron un papel crucial en la historia de Israel y en el culto a su Dios. Hablaron del amor y la justicia del Señor, advirtieron del juicio inminente por la desobediencia y ofrecieron esperanza para el futuro.
Muchos profetas del Antiguo Testamento pronunciaron la Palabra del Señor, entre ellos Elías y Eliseo. Sin embargo, la mayoría de los profetas escribieron sus profecías, dándonos diecisiete libros en el Antiguo Testamento. Sus libros se dividen en dos categorías principales: los Profetas Mayores y los Profetas Menores. Los Profetas Mayores son Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel y Daniel, mientras que los Profetas Menores son Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías.
Dios estableció la norma para los profetas ordenando que nunca dijeran a la gente que adoraran a otros dioses o se enfrentarían a la pena de muerte [BIBLE, Deuteronomio 13:1-11]. Mientras que otras naciones pueden tener profetas prediciendo su futuro, Dios levantará a sus profetas que pueden ser verificados por los acontecimientos futuros que ellos predicen que se harán realidad [BIBLE, Deuteronomio 18:9-22].
Aunque cada profeta tenía un mensaje y un estilo únicos, todos trabajaban para salvaguardar la relación de alianza entre Dios y su pueblo. Hablaban al pueblo, especialmente a los reyes, llamándoles al arrepentimiento, a volver al Señor o a enfrentarse a los juicios venideros por sus pecados. También prometían restauración y redención a los que volvían a Dios.
Los mensajes de los profetas se transmitían a menudo a través de visiones, sueños y lenguaje simbólico. La Palabra del Señor sólo a veces era fácil de entender o aceptar. Sin embargo, también traían esperanza, esperando la llegada de un Mesías que traería la salvación al mundo.
Los mensajes de los profetas eran a menudo impopulares y encontraban la resistencia del pueblo y de sus reyes. Algunos fueron perseguidos e incluso asesinados por decir la verdad. A través de sus poderosos mensajes de esperanza, juicio y redención, los libros proféticos nos recuerdan la importancia de la fidelidad a Dios y las consecuencias de alejarse de Él.